jueves, 24 de diciembre de 2009

Quería ser una roca
y iba perdiendo cachos
de ser humano
para que tu pudieras verme
indestructible.
A ti te veia como un cuenco
que escondía
un conejo mágico
entre tanto
se oxidaba el tiempo
y pedíamos dinero
en las puertas del consumo

2 comentarios:

Pluvisca dijo...

Hola Aitana, hace mucho que no entraba, dejastes de escribir y te perdí la pista.

No se si me leeras pero quiero dejarte esto de todos modos.

Ya te dije que me gusta como escribes. Este en concreto es precioso.

Saludos

piscaballito dijo...

Hola Pluvica. Siempre leo los comentarios, aunque sea un poco tarde....es más, me encanta que me escribas! La verdad es que no escribo muchos poemas ultimamente,por eso no hago muchas entradas. Este poema, por ejemplo, es de hace algunos años...los volví a leer hace unos meses y los subí al blog.
Me alegro que te guste.
Saludos.